lunes, 14 de diciembre de 2009

La vida en un suspiro

Quizá recordaba, mientras permanecía sentada esperando. Sus ganas ya no estaban, o sí estaban, tal vez, pero su fuerza se había perdido. Ella permanecía así. No sé qué pensaba o si ya se había cansado de pensar y de esperar. Pero sabía que ese era su único camino y que su recomenzar ya no volvería. Recuerdo su mirada como de despedida. No sé si el dolor ya había pasado a un segundo plano, como en esos momentos en que, superada esa etapa, se puede ver por encima de él. Ella sólo miraba y tal vez añoraba sus buenos años. Y llegó el instante de partir. Y yo me pregunto, si en ese lugar y momento su vida pasó fugaz ante sus ojos. Su familia numerosa, su lucha, sus días felices, sus proyectos, nosotros, sus ausencias, su entrega, sus angustias, lo que fue y lo que no pudo ser, su generosidad desmedida y su afán de salir adelante y después, nada, o todo. Pienso que así debe haber sido, o no, no importa. Su paz dice que sí. Y se soltó, se soltó porque una parte de ella ya se había ido. La vida en un suspiro ante sus ojos,tal vez, y ante los míos la vida y un cruel vacío...

sábado, 21 de noviembre de 2009

Un mundo en mi patio

Un mundo en mi patio tengo
desbordante de maravillas,
intensos rastros de vida,
un cuadrado de cielo que brilla.

Hay un poco de naturaleza
y también yace mi desvelo,
noches y charlas de amigos
y hay gritos y mucho juego.

Su olor me trae emociones
de lluvias y de recuerdos,
de noticias que no quise,
de llamados y de invierno.

Hay un mundo en unos metros
con pájaros que cerca anidan,
con abrazos de amor puro,
con balcones que me miran.

Ruido de gente que hace su día,
que despliega su rutina,
y hay ropa y hay hojas verdes
y soledades que no terminan.

Yo repaso sus rincones,
me río y a veces canto,
creo, pienso, me imagino
y a veces sigo esperando.

Hay mucho en poco lugar
y a veces el sol no alcanza,
pero es mi remanso de paz,
con campanas que no descansan.

Son sitios que se hacen uno
y mi patio me acompaña,
aunque a veces no vea todo
y haya nubes que me empañan.

Siempre mora ahí mi estrella,
que habita en ese cuadrado
de cielo colmado de sueños
y un mundo del otro lado.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

La foto de Anemy

Anemy era una chica fuera de lo común. Ella no se sentía parte de la realidad y vivía un pasar de ensueños con sus particulares intereses. Daba la sensación de que pertenecía a alguna época pasada. Siempre habían despertado en ella una extraña fascinación las antigüas fotos en blanco y negro de su abuela y otros familiares lejanos, y aún aquellas que se encontraban en viejos periódicos donde se podían ver a personas rodeando un hecho importante, en algún desconocido lugar en tiempos lejanos. Tenía totalmente prohibido abrir los viejos y empolvados cajones del cuarto de huésped en donde estaban celosamente guardadas. De todas maneras Anemy insistía una y otra vez y pasaba gran parte del día observándolas a escondidas. Imaginaba concentrada qué sentirían esas personas en el momento de ser inmortalizadas en la fotografía. Fijaba su atención en los rostros, sonrisas y expresiones de cada personaje. Y había una especial para ella. No reconocía a nadie, pero se trataba de una especie de reunión o festejo donde parecía que todos se estaban divirtiendo y en un rincón del salón, casi mirando en detalle, había una pequeña niña muy acongojada y ajena a la situación. Se esmeraba por intentar descifrar el por qué de su solitaria angustia. Notaba que tenía sus ojos fijos en los de ella como pidiendo su ayuda y esta revelación se convirtió en una obsesión en su vida, en la misma razón de su existir. Creía que la niña desconocida había quedado atrapada en ese espacio al tomarse la foto y que su pena se debía a eso. Sintió que su misión era liberarla de esa prisión de papel y devolverle el brillo de su mirada. Había momentos en que tenía que abandonar su aventura porque escuchaba pasos cercanos y debía retirarse de la escena y volver a su rutinaria existencia. Pero pronto regresaba. Y volvía a involucrarse en su encrucijada incansablemente, . Una tarde, de aquellas silenciosas de domingo en que solo se oían cantares de naturaleza, Anemy quiso ir por más y se prometió que lograría su cometido. Se puso su vestido blanco, se recostó sobre la mullida cama con la foto apretada contra su pecho, meditó mucho y un poco más, luego fijó su mirada en la de la niña. De a ratos parecía como que entraba en trance o en una regresión o quizá en un sueño profundo. Estaba sudorosa y agitada y ya casi se percibía lejos de ahí, fuera de ese cuerpo y de esa época. Se sentía plena en ese estado. Y en un instante, como en un flash repentino, ocurrió lo inesperado, o lo anhelado por Anemy que se quedó como adormecida. Su abuela entró al cuarto y ella no se movía, estaba muy pálida e inerte con un halo de paz y tranquilidad a su alrededor. Ya no estaba ahí, sólo su cuerpo quedaba y el recuerdo de una misteriosa chica, sensible y fuera de lo común. La foto en blanco y negro permanecía contra su pecho. Si se la miraba rápidamente, nada parecía haber cambiado en ella, pero si se la contemplaba con mayor atención, se podía visualizar el salón adornado para un festejo, las personas sonrientes y animadas y en el fondo del lugar a dos niñas tomadas de la mano, con sus miradas resplandecientes de luz, capturadas para siempre en ese instante.

jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Bichos de costumbre?

¿Somos bichos de costumbre? Yo creo que sí, a todo nos amoldamos con el tiempo. A vivir como se puede, a entender las carencias y las ausencias, a ver necesidades insatisfechas por doquier, almas a la deriva, a hacer no siempre aquello que nos llena y sobre todo, a aquellas cosas y circunstancias que pasan a ser normales y corrientes para nosotros y no deberían serlo: como la miseria del ser humano en el más amplio sentido de la palabra. Poquitos principios, escasos valores, mucho de todo y nada de nada.
Ahora cabe preguntarnos ¿es bueno aceptar mansamente lo que viene?. ¡Yo creo que no! Siento que es hora de revelarnos, de pararnos y disentir, de decir en voz bien alta todo aquello que nos fastidia, duele, disgusta y que no nos completa, o que nos hace subsistir en vez de vivir a pleno.
Hoy es el día de decir basta y empezar a buscar, a obligar a que las respuestas afloren de lo más profundo de nuestra existencia, porque ahí están, ahí se esconden caprichosas. Es momento de intentar encontrar un camino, que por más sinuoso que parezca tiene un recorrido y puede ser interesante transitarlo. Esto es una aventura de a muchos, como un viaje no planificado y sin destino cierto, o mejor dicho con un final anunciado pero sin fecha de vencimiento. Esta vida es un misterio. Que estemos hoy acá dibujando nuestra historia sí que es cosa rara, si uno lo piensa detenidamente. Pero más allá de las reflexiones o creencias, aquí estamos y calculo que es para algo y si ese algo no fluye naturalmente hay que excavar a fondo, cargarse la pala al hombro y hallarlo. Porque si no, así nos quedamos, mirando sosegadamente, permaneciendo en vano.
Por eso hoy quiero invitarlos a explorar hacia el interior y a su alrededor, a no recibir pasivos e inertes lo que sucede por ahí y nos pasa, y a reaccionar, que mucho de nosotros depende. Es más cómodo tomar las cosas como vienen ya que con el tiempo todo se torna cotidiano, somos bichos de costumbre, no obstante me parece que hay muchas realidades que merecen nuestra sorpresa y enojo, y sobre todo nuestra acción. Hay un destino trazado, al menos eso creo, pero con dirección asistida. Es tiempo de cambio y vos, y yo, y muchos pensantes tenemos que actuar y tirar para el mismo lado, el lado bueno de la vida abandonando nuestro papel de bichos de costumbre que tan quietos nos muestra, que tan inertes nos aparta. Tanta falta de oportunidades y mala noticia desesperan y paralizan, por eso siento que no tenemos que estancarnos ahí y movernos en el mismo sentido para que todas las voluntades juntas y solidarias, mezclen bien las cartas y vuelvan a dar. Y ojalá que la combinación entre lo que fluye naturalmente y lo que aportamos con nuestro esfuerzo sea más equilibrada esta vez.
¿Bichos de costumbre? Tal vez es tiempo de dejar de serlo...
¡Acepto propuestas para poner en movimiento las palabras!

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Ocaso


Tal vez se sienta ocaso

Ese hombre tan querido,

Ve sólo aquello que el tiempo

Arrasó y dejó en el olvido.


Presiento sus noches tristes

Y sufro su soledad,

Acaso la vida pretenda

Enseñarle su verdad.


Sus pasos retumban solos

En su vacío tan grande,

Se conducen repetidos

Y en sordo eco se expanden.


Quisiera poder ver en él

Lo que fue y ya poco queda,

Pero su tristeza recuerda

Y su alma no se sincera.


Sus ojos claros perdieron

El brillo que siempre daban,

Esa luz que me robaron

Cada vez que me miraban.


Retorna a mi su sonrisa

Que ya no se oye tan clara,

Ha perdido sus motivos

Y el corazón que llenaba.


Hoy puedo sentirlo ocaso,

Puedo ver desde su adentro

Días ausentes de sueños,

Comprenderlo en su tormento.


Brindó todo lo que pudo,

Su cariño y su bondad,

Su honradez exagerada

me enseñaron lealtad.


Sus hombros ya no logran

Cargar con este destino,

Ni mis soles alcanzaron

Para renovar su sentido.


A ese hombre tan querido

Que a este mundo me trajo,

Que me dio todo a su modo,

Que se hizo desde abajo.


Le digo que mire adelante,

Que no detenga su andar,

Necesito que su sonrisa

Sonora me vuelva a dar.


Puedo ver desde su adentro

Y sentir su anochecer,

Aunque mi adentro no quiera

Concebirlo ni entender.


Que su Angel esté perdido

Y que no quiera volver

A estar acá bien presente

Convertido en amanecer.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Quiero volver en pájaro


Si es que existe realmente

Eso de regresar a ser,

Yo quiero volver en pájaro

Y un par de alas blancas tener.


Si eso es cierto, si podemos

Reinventarnos otra vez,

Sería una nueva chance

Para nuestra alma, tal vez.


Si nos vamos, sólo en parte,

A un lugar, quién sabe dónde,

Yo quisiera ahí encontrar

Lo que extraño y no responde.


Sentir esa liviandad

De aquello que nos encierra,

Estar rodeados de afectos

Y retornar lozanos a esta tierra.


Si eso es cierto, si podemos

Englobar en un suspiro,

Toda la vida vivida

Y tanto pensamiento perdido,


Yo intentaría atesorar,

Y llevarme a ese lugar

Mis recuerdos apretados,

Para procurar recomenzar.


Si es seguro, si nos dejan

Reestrenados renacer,

Yo quiero volver en pájaro

Planeando al amanecer.


Si nos dejan, si eso es cierto,

Yo quisiera un nido tener,

Respirar la luz y en lo alto

A mis pichones proteger.


Admirar el mundo lejano,

Mil rincones recorrer,

Viajar libre y despojado

Y en bandada permanecer.


Que mi canto se oiga fuerte

Y que nunca me detengan

Tormentas o miedos pasados

O los enigmas que vengan.


Que mis plumas acaricien,

Que mi voz reparta alegría,

Que el nuevo día se asome

Y cómplice nos sonría.


Si eso de regresar a ser,

Si es que ocurre, si eso es cierto,

No voy a dejar de buscarte

Por todos los mares y vientos.


Y si volviste vos en pájaro,

Y si tus ojos yo encuentro,

Volaremos, ala con alma,

Felices hacia lo incierto.

martes, 6 de octubre de 2009

Un lugar para todos


Prefiero pensar que el mundo

Fue creado para todos,

Aunque a veces me parezca

Que no cabemos, no hay modo.


Cuesta entender el motivo,

Duele ver esas miradas

Que piden algo impreciso,

Que flotan desanimadas.


Sé que no saben, ni esperan,

Sólo lo que el cuerpo anhela,

Que no se preguntan nada,

Sus almas no desesperan.


Difícil ver a ambos lados,

Más allá de nosotros mismos,

Encontrar esos momentos

Para abreviar los abismos.


De tanto correr nos perdemos,

Buscamos sin saber por donde,

Ignoramos que es ahí adentro

Donde las respuestas esconden.


No pretendo soluciones

Que muchos tienen a mano,

Me conforma un simple gesto

Y sentirnos como hermanos.


Ya es hora de detener

Este globo pasajero,

Devolver esas sonrisas

Y espacios que se perdieron.


Renovemos la esperanza,

Es tiempo de mirar con ganas

De brindarnos sin orgullo,

De decir esas palabras.


Yo insisto en creer que el mundo

Sí es un lugar para todos,

Aunque a veces me convencen

Que no cabemos, no hay modo.


Aunque sienta que no siempre

Nos esforcemos del todo,

Alcanza con darnos cuenta

Que sí cabemos, hay modo.


Estos versos fueron inspirados en esas miradas tristes, que piden sin decir nada, que esconden sueños perdidos y que merecen un lugar en este mundo. ¿Qué piensan? ¿Cabemos? ¿Hay modo?

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Recuerdos

Si recuerdo, mis recuerdos,

Se me vienen como aromas,

Son fugaces sensaciones,

De lo vivido que asoman.


Evocando los momentos,

Vuelve alegría y perturba

La nostalgia que aparece

Entre risas y penumbras.


Andando en mi bici azul

En el patio de mi casa,

Rememorando me encuentro

Detenida en el tiempo que pasa.


Siento la inmensidad del mar

Y mi miedo a las montañas,

Veo tardes de aventura,

Y manos que me acompañan.


Qué misterio los recuerdos

Que en nuestra mente persisten,

Parece que se negaran

A quedar atrás y volviendo insisten.


Qué tercos son y obstinados,

No se atreven a soltarnos,

Quizá temen que en la distancia

Comencemos a olvidarlos.


Son colores, son lugares,

Son rostros y son miradas

Que siguen, que me dejaron

Vacía parte del alma.


Y si espío en tus recuerdos,

Que hice míos y en esencia,

Revivo tus ratos felices

Y tus profundas ausencias.


Me aparecen tus ojos tristes

Sumados a tu sonrisa gigante,

Cuando me subí a tus recuerdos

Ya nunca fui la misma de antes.


Desde entonces fue el amor

Toda vida y soles nuevos,

Que abrieron otras ventanas

Y fundieron nuestros senderos.


Desde aquel instante juntos,

Caminando y con memoria

De recuerdos que entrelazados

Escriben una misma historia.



Este poema invita a sobrevolar por nuestros recuerdos, de hace tiempo o de ayer, esas imágenes que se nos pasan como una película por la mente. Esas que nos traen la nostalgia, que a veces es buena, pero siempre me deja esa extraña sensación de querer volver atrás y no.

Dedicado a mis gratos recuerdos de ayer y a nuestros recuerdos, Amor.

jueves, 3 de septiembre de 2009

La rebelión de los sueños


Sueños que nos envuelven y huyen,

Antes de que nos demos cuenta,

Esos que un día fueron nuestros,

Decidieron partir sin cerrar la puerta.


Yo no sé hacia qué lugar

Ni con qué osado motivo,

Pero parece que se han juntado

Para evitar seguir cautivos.


Tal vez sea porque se niegan

Al plano de la realidad ser removidos

Y emprendieron su revirado vuelo,

Algunos inquietos, otros complacidos.


Dicen por ahí que no piensan regresar,

Que les agrada su nueva vida fugitiva

Y que fue la única opción que hallaron

Para rescatar su integridad perdida.


Que dijeron ya no, no más encierro,

No más agobiantes y egoístas anhelos,

Y que ahora, libres y más audaces,

Hasta se ríen de nuestros deseos.


¿Será que sofocados y oprimidos,

Y antes de ser por alguien concretados,

Se han sublevado para redimirse,

Resistiendo un desenlace esperado?


Yo no sé qué pasó con ellos,

Si de tanta libertad han enloquecido,

Pero los soñadores no tienen consuelo,

Se los ve tristes, se los ve vacíos

Vacíos, sin sueños,

Sin sueños, ya dormidos.


Pero esperen, que ahí los veo a lo lejos,

Ahí vuelven triunfales en renovado vuelo,

se fundieron todos para hacerse uno,

Un sueño de paz para el mundo entero.


Soñar despierto es maravilloso, siempre que se tenga la certeza de que los sueños son sólo eso. Y si algún sueño deja de serlo, que la desilusión no nos invada, que la realidad no nos atropelle, disfrutemos lo que tanto buscamos, aunque no sea tal como lo soñamos. Y si algún sueño rebelde se nos escapa, porque no quiere dejar de ser sólo eso, no lo obliguemos a regresar, quizá tenga una misión más importante, quizá quiera unirse a la rebelión de los sueños...

miércoles, 26 de agosto de 2009

El cuento de Casiniño

Casiniño era grande, digo, de edad, pero nunca había crecido internamente. Quizá, el sentirse diferente a los demás y el no entender algunas cosas de la vida le produjo una suerte de hechizo mágico, que lo dejó así, no sé...

No era muy alto y tenía unos enormes y curiosos ojos tristes, su cara redondeada, con unos pocos cabellos que caían sobre su amplia frente, a manera de flequillo. Tenía la inocencia y pureza que posee todo niño, la despreocupación sobre lo mundano, una sabiduría innata, la sensación de “vivo el hoy” en su mente y sensible el corazón.

Siempre andaba solo, con su alma tierna, de acá para allá, viviendo como podía entre tanta liviandad. A él no le gustaba este mundo, no podía hallar la manera de encajar en él y se empeñaba en que fuera de otra manera. Tenía la ilusión de cambiar problemas por fantasías, obstáculos por aventura sin fin, una lágrima por un guiño y estaba convencido de que podía hacerlo.

Se pasaba el día entero caminando sin apuro, y generalmente con una rotunda sonrisa en su afable rostro, lista para regalarla al primer afortunado que se le cruzara. Aunque a veces iba a los saltos o bailando como un loco, dependiendo de sus ánimos, inestables y cambiantes. Su forma de relacionarse con los demás era brindando afecto sin mirar a quién, entregando alegría y juegos, a todo el que los quisiera recibir. Ojo que dije, generalmente, porque tenía sus días grises. Es decir, repentinos malhumores inexplicables en apariencia; que en verdad tenían una razón. Cuando esto sucedía, Casiniño desaparecía. Es que a veces se cansaba de dar y de dar y de esperar y esperar. Entonces era en ese momento, cuando algunos lo buscaban y extrañaban su alborozo y pedían su amistad, añoraban su sonrisa y sus ratos divertidos.

Durante sus enojos Casiniño se escondía, inventaba historias, dibujaba personajes ideales o imaginaba cuentos de héroes, que bajaban de sus corceles blancos para combatir la injusticia cotidiana y si no, dormía. A veces sus sueños eran tan verídicos que los confundía con lo real. Soñaba que era un niño sin miedo a nada, un niño feliz y despreocupado, ingenuo y travieso, libre, de verdad. Soñaba que su casa era un castillo real, con un bosque profundo, cargado de naturaleza, con sus ruidos y aromas, con flores que armaban arco iris y un cielo diáfano, ¡todo tan real! Soñaba que no había más allá. Y despertaba. Y pasada ya su angustia, volvía a creer y salía otra vez a buscar a esas personas que esperaban verlo llegar, a entregarles su esperanza y sus ratos de amistad. Un abrazo cariñoso y su hombro para llorar, un nostálgico poema y su baile sin igual. Es que era su misión, esa de procurar que todos pudieran comprender, que no se debe dejar partir, a la sublime etapa de la niñez; aquella en que todo lo podíamos y la imaginación se confundía con lo real, tiempos en que valía más compartir que acumular, en que trazar una rayuela era toda una experiencia especial y en que la tristeza dormía un sueño eterno en el placard. Épocas en que un paseo era casi un viaje espacial, tardes de primavera, ambición de poder gozar, recreos de tiempo completo y el abrigo familiar.

Un mal día, de esos grises, y agotado de intentar, Casiniño y su alma tierna, se fueron sin avisar; quizá se rompió el hechizo, o tal vez hacia tierras remotas, a otros seres fue a llevar, su sonrisa, maravillas y deseos de hacer verdad, que esas almas se hagan niñas y que puedan vislumbrar la vida con otros ojos y animarse a disfrutar.

Nunca más supe de él y nadie recuerda su andar, su entrega, su sonrisa clara, ni sus ansias de enseñar que la vida es un deleite, si como niños la logramos contemplar.

Hay un Casiniño en cada uno de nosotros, no lo dejemos escapar…

Nota: este cuento fue inspirado en una idea original de Brisa Rodríguez Paván, ella dijo: mamá porque no escribís sobre por qué la gente grande se olvida de cuando eran chicos; y a ella va dedicado...

Hoy propongo, que tengamos nuestro rato de niños, hacernos un momentito para jugar, reírnos a carcajadas y sin miedo al ridículo, evocando esas personitas que fuimos y que sería saludable no dejar atrás... ¿no les parece una excelente terapia? ¿te animás?

martes, 18 de agosto de 2009

Somos nombre

El mundo está lleno de nombres.
Ellos están por todos lados, escritos en algún lugar, o tal vez flotando libres en el aire que llega a nuestros oídos. Van, vienen, los nombramos, nos nombran, nos rodean...

Históricamente, el nombre de cada persona solía escogerse para transmitir ciertas características o poderes implicados en el mismo, cada uno tenía un significado especial que con el uso y la evolución del lenguaje se ha ido perdiendo y muchas personas no conocen el origen de su nombre.
La onomástica en general, y más específicamente la antroponimia o estudio de los nombres propios de persona, y toponimia que se refiere a los nombres propios de lugar, es una rama de la lexicología que estudia los nombres propios con sus orígenes y significado, usando para ello métodos comunes a la lingüística, así como también investigaciones históricas y antropológicas.
Al igual que muchas culturas indígenas contemporáneas, los nombres propios también en su origen tienen un significado especial que se transmite a quien lo porta.
Cada nombre tiene su historia, su contenido particular y sobre todo personal. Nace prácticamente con nosotros y lo llevamos así para siempre. Posee una importante carga afectiva porque él, fue elegido para cada uno, por diferentes razones. Algunos responden a modas, otros a personajes históricos, bíblicos o literarios, otros más, son herencia de familia, ocurrencias del momento o santos del día. Hay tantos como seres humanos en el planeta, con un único límite, que es la imaginación humana. Pero más allá de su fuente y significado el nombre forma parte de nuestro ser y como tal, nos personifica por la vida en todo momento.
Mi nombre es de origen hebreo y significa verdadera imagen, es en realidad mi segundo nombre, por el cual me conocen casi todos. Y tiene algunas otras implicancias que me sorprendieron. Hay una leyenda urbana que dice que hay un fantasma en el espejo; es una historia sobre un espíritu que aparece al ser pronunciado su nombre tres veces frente a un espejo. En España se conoce como Verónica y en el mundo anglosajón, Bloody Mary. O sea, coincidencia plena con las dos formas de llamarla en mi caso... tétrico...por las dudas, no lo digan tres veces frente a un espejo, no vaya a ser cosa que salga y me los coma.
Media verónica, inspiración de una conocida canción, es el movimiento y posición con el cual los toreros esperan que el toro entre a la plaza.
Es, además, el nombre de una pequeña flor, propia de los bordes y márgenes del camino.
Y también tiene su raíz religiosa. Verónica se llamaba la mujer que limpió la sangre y el sudor del rostro de Cristo con un manto, en el cual quedó impreso. Esta imagen es considerada la verdadera imagen de Jesús, es decir, el Vero Icono, en latín.
Por otro lado, y en general, existen teorías acerca de su sentido. Algunas dicen que hace a lo que somos, y que quizá, marca nuestro destino. Otras, más mitológicas que aseguran que todos tenemos un nombre secreto, que le otorgará al que lo descubra una dominación sobre nosotros. Hay quienes sostienen, que el nombre expresa rasgos de nuestra personalidad, siguiendo una serie de pautas preestablecidas que, en definitiva, concluirían en que todas los que posean el mismo nombre serían, al menos compatibles entre sí, en algunos aspectos.
Por otra parte, existen los homónimos, nombres iguales ¿personas distintas?, ¿o será que ese desconocido con el que compartimos algo tan importante se nos parece? Quizá así sea y esté en la esquina o del otro lado del mundo usando nuestro nombre a su antojo...

Más allá de las opiniones, nutridas y diversas, el nombre le da un cierto poder a cualquier persona que lo pronuncia, el de captar nuestra atención aunque sea por un momento, darnos vuelta y regalar un instante de nuestra existencia tan sólo por nombrarnos.
Tiene ese efecto singular, de escucharlo una y mil veces y que no sea igual, porque nunca suena de la misma manera en la voz de los que nos nombran. Escucharlo, despierta las más variadas emociones. Se oye suave, con orgullo, se oye triste, se oye a reto y con ternura en boca de un hijo.
Somos nuestro nombre, a veces, no nos convence demasiado, lo abreviamos, suprimimos, lo reinventamos, pensamos cúal hubiese sido el ideal; pero sabemos que es ese y no otro, el que nos describe enteramente, no, no podría ser otro.
Nos fue puesto con amor, para que lo llevemos dignamente y acompañado por el nombre que a su vez, representa a nuestra familia y que nos une con un antepasado lejano que nos dió origen.
Nombres que nos rodean, representan, hablan por nosotros; nos identifican y hacen únicos entre iguales.
Los hay breves, compuestos, más largos y sonoros, con carácter y tiernos, con aroma a naturaleza, artísticos y reales; con alas, como Brisa; frescos y con color a Morena.
Y está el tuyo, particular y único como vos, ese nombre que me suena a caricia y que está tatuado en mi corazón para siempre. Soby Molly, sí que tu nombre es especial.
Somos nombre
y si nos nombran,
ya no somos,
nos brindamos.


Propongo investigar sobre el significado de sus nombres, si no lo han hecho aún, puede resultar interesante...

lunes, 10 de agosto de 2009

Los Alunados


Ya no es de nadie, ni es luna,

la luna que ahora nos sale;

porque es un círculo sólo,

sólo un círculo errante

La luna, esa ventana hacia lo desconocido, nostalgia de los desvelados, protagonista de versos y canciones, apacible y callada, siempre ahí, sólo observa.
Creo que nosotros, los alunados, nos parecemos a la luna, o al menos, transitamos sus fases.
Algunas veces no estamos, o mejor dicho no nos ven; son esos momentos en que nos sentimos un puntito diminuto en este mundo del revés, que todo nos pasa por al lado o nos esquiva y sigue de largo. Y andamos novilunios buscando un poquito de admiración y afecto.
Otras, atravesamos períodos de avance y crecimiento; ésto sucede cuando nuestra existencia se desarrolla siguiendo un rumbo, cuando avanzamos con pasos seguros hacia una meta, perfectamente alineados con el universo.
Unas cuantas más retrocedemos; entramos en cuarto menguante, es decir, las cosas no funcionan como quisiéramos y caminamos algo desorientados y a tientas. Los temores nos invaden y la sensación de frustración no nos abandona.
Y al fin, algunas escasas y anheladas ocasiones estamos completos, satisfechos, maravillosamente plenos. Es nuestra luna llena, nos sentimos realizados y felices.
Son nuestros ciclos, nuestros cambios, momentos y altibajos. De eso se trata, y es quizá lo que nos cuesta comprender. Siempre apuntamos a estar como luna llena, y nuestra vida se transforma en una alocada carrera para lograrlo. Y en el sendero, nos perdimos lo fundamental, que fueron esos pequeños, esperados y preciosos instantes de felicidad. Pasaron, los vivimos, pero sin la certeza de que eran únicos y perfectos momentos de plenilunio. Después de ocurridos, tal vez, podemos imaginar que eran lo que buscábamos tan insesantemente.
También, como la luna, tenemos una cara oculta, ese costado intensamente íntimo y escondido, que nadie conoce porque nunca dejamos ver. Es nuestro lado oscuro que aún a nosotros mismos nos cuesta incorporar y aceptar.

Mutamos constantemente, venimos, damos, esperamos, retrocedemos, mejoramos, nos perdemos, rotamos y como la luna, volvemos a empezar.

Nosotros, los errantes alunados, sí que nos parecemos a la luna, pero llevamos dentro, algo que ella nunca tuvo ni tendrá, que es nuestra propia luz, y esa es su envidia.




lunes, 3 de agosto de 2009

Poemas por dolor


PRÓXIMO ATAQUE: VARSOVIA

Ésta es una acción que merece ser conocida y destacada. Se trata de una agrupación llamada Colectivo Casagrande, integrada por los poetas chilenos Joaquín Prieto, Julio Carrasco y Cristóbal Bianchi. Ellos, tuvieron la feliz ocurrencia de bombardear poemas en sitios en donde se produjeron ataques bélicos importantes. Ciudades destruídas, vidas perdidas y otras tantas, heridas profundamente en un instante.

Su primera actuación fue sobre el Palacio de la Moneda, sede del gobierno chileno que fue atacada el once de septiembre de 1973 por los golpistas encabezados por Pinochet. A ésta, le siguieron las ciudades de Dubrovnik (Croacia) y Guernica (España, guerra civil española). Se vuelve a repetir este significativo ataque. El asedio empezó el 1 de septiembre de 1939, marcando el inicio de la II Guerra Mundial. Varsovia fue atacada y cayeron bombas sobre sus hospitales, edificios públicos y escuelas. Setenta años después, la capital de Polonia volverá a ser bombardeada, pero esta vez no habrá heridos: el 8 de agosto caerán del cielo 100 mil poemas.

Y frente a ésto nos preguntamos, ¿hay manera de remediar tanto dolor?. Se trata de intentar cerrar heridas provocadas por los mismos hombres en su manifestación más violenta y cruel. Fueron lugares estratégicos, elegidos para ser aniquilados por una decisión humana. Se define a la guerra como el uso que hacen los poderes políticos, de su capacidad para causar destrucción y muerte con el objetivo de doblegar la voluntad de otros. Esos otros, generalmente reciben el golpe indirectamente. Las víctimas, vagan sin rumbo con los restos de sus vidas a cuesta. Ojos tristes que miran sin ver y que buscan respuestas entre tanto sufrimiento y desolación.

Aquí se contraponen las dos caras de la humanidad, la miseria de guerras sin sentido y por otro lado, la lucha por renacer y curar, sin olvidar.

Por suerte, existen estas iniciativas de gente que no se conforma y que utiliza su arte para brindar un mensaje de vida. Son las grandes cosas que nos hacen pensar que la esencia es otra y que podemos encontrar una luz frente a lo inexplicable.

Sin dudas, el 8 de agosto va a ser una jornada especial para todos.
Montones de poemas caerán desde el cielo, una lluvia de esperanza para la humanidad.

Uno de los poemas enviados por Casagrande:

NOCHE BLANCA - SANTIAGO BARCAZA

Sólo la luz de su cuarto está encendida
La luz que para el tordo es su sombra
Los muros caen en noviembre
Los suicidas caen desde los balcones
La luz de su cuarto
Es la luz de este pueblo
Un pueblo desnudo
Justo al medio de la ciudad
Ellos sueñan que no tienen sueño
Y despiertan a la hora de dormir
Yo duermo a través del silencio
Detenido entre mi espacio
Y la luz de su cuarto
El invierno rompe su promesa
Cumpliéndola







jueves, 30 de julio de 2009

LA LECTURA: NUESTRA LLAVE MÁGICA


"La lectura nos abre las puertas del mundo que te atrevas a imaginar"






Según el diccionario, lectura es el proceso de recuperación y aprehensión de algún tipo de información o ideas almacenadas en un soporte y transmitidas mediante algún tipo de código, usualmente un lenguaje, que puede ser visual o táctil.

Esta es la definición formal del vocablo lectura. Para mí, lectura es un mundo imaginario al que podemos entrar por voluntad propia cuantas veces querramos. Una vez en él, logramos olvidarnos de lo que nos rodea y si nos dejamos llevar por las palabras, se crean en nuestra mente imágenes de personas y personajes, de cosas y lugares, historias maravillosas y únicas. Originalmente nuestras. Leer nos transporta a cualquier sitio sin movernos y sin más límite que nuestras propias alas. Nos hace libres.

La lectura es una práctica que se enseña e incentiva, por lo cual, no todas las personas la ejercitan con habitualidad. Se trata de una habilidad muy compleja que se desarrolla a edad muy temprana y se afianza con el correr del tiempo. Eso depende de la experiencia de cada uno. Pero nunca está demás, destacar su valioso aporte a nuestra formación. Sin dudas que, además de recibir información a través de ella, pone en movimiento un proceso que nos permite internalizar las palabras captadas y convertirlas en conocimiento y por ende, en parte de nuestro pensamiento. Por otro lado y sin darnos cuenta, enriquece progresivamente nuestro vocabulario. De repente, nos encontramos diciendo o escribiendo palabras nuevas (para nosotros), raras o poco oídas, que han sido incorporadas a nuestro lenguaje cotidiano, gracias a la lectura.

Siempre deberíamos tener un libro cerca, es un leal compañero que llena nuestros espacios con eficacia y sabiduría. Hay tiempos de espera, de relajación o de ganas de no hacer nada; esos son los ideales para abrir un libro y embarcarse en una apasionante aventura, dejándose llevar.

No todas las necesidades son iguales; y la lectura tiene tantas utilidades como necesidades haya, sea como una herramienta de trabajo, sea para recibir información de cualquier tipo y color, sea por el puro placer de leer. Y, hoy en día, medios no nos faltan, cada vez más didácticos y accesibles para llegar a ella.

La lectura está íntimamente relacionada con la escritura. Escribir es un proceso paralelo que también responde a las más variadas inquietudes. Cuando las palabras revolotean internamente buscando una salida, la única manera de liberarlas es escribiendo, es una sensación inexplicable a la que llamo "la adrenalina de las palabras". Aparecen sin avisar y sin pedir permiso y se apoderan de mi; se juntan, se separan y se vuelven a unir y siempre con la idea de salir a decir...

Viene al caso y no quiero dejar de compartir un relato de Neruda ,en donde explica el nacimiento de su vocación poética. Lo relaciona con un intercambio de obsequios ocurrido en su infancia, con otro niño desconocido. A través de un hueco en la pared de su patio, vió en primer lugar la mano de un niño, retrocedió unos pasos y cuando volvió a observar se encontró con una oveja de lana blanca que le fascinó. En retribución, corrió y colocó en el mismo lugar, una piña de pino que adoraba. Aquella ofrenda trajo por primera vez a su vida, un tesoro que lo acompañaría más tarde: la solidaridad humana; ese misterioso intercambio que quedó sellado a fuego en su corazón, fue el que encendió su poesía y a modo de devolución entregó a muchos solitarios desconocidos, sus palabras.

Las palabras son regalos de grandes o pequeños poetas y escritores, que intentan entregarnos una parte de sí mismos. Siempre hay alguien dispuesto a brindarnos sus palabras, ellas están ahí esperando pacientes y la lectura es el medio para hacerlas nuestras.

La lectura es una búsqueda constante, nos cambia, nos completa, nos motiva y nos agranda. Sepamos aprovechar el don que tenemos.

Un personaje del escritor fantástico H. P. Lovecraft emprende la búsqueda de una ciudad con cuyas cúpulas doradas en el sol de la tarde había soñado tantas veces. Perdido entre las marañas de callejuelas puede, por fin —gracias al auxilio de una mágica llave de plata—, acceder a ella. Cuando lo logra, descubre que no es otra que su propia ciudad natal: manifestada o revelada bajo una nueva luz.
Sí: la ciudad
onírica estaba dentro de su ciudad real como el conocimiento está dentro de la información: agazapado, polvoriento, esperando la llave mágica.

Y ya es hora de revelar nuestro secreto: la llave mágica del conocimiento es la lectura...
Les propongo que comenten sobre libros que estén leyendo o que hayan leído ya, pero que siguen presentes en ustedes. Estoy leyendo " La razón de mi vida" de Eva Perón, un libro de hojas amarillentas y cargado de sentimientos porque era de mi mamá...

lunes, 27 de julio de 2009

Mi lectura sobre las mentiras

Dice el refrán: " la verdad hiere un instante, mientras la mentira mata para siempre" -Víctor Hugo Menacho Moreno-.
"La mentira", palabra controvertida si las hay. Todos la detestamos pero no sé si hay alguien que pueda decir que jamás en la vida dijo una.
Según el diccionario, mentira es toda declaración o expresión contraria a lo que se sabe, siente o cree. Una manifestación hecha deliberadamente para engañar.
Mentimos desde niños, para evitar un castigo, para salir airosos de determinadas situaciones; para tener el control. Según la Dra. Victoria Talwal, en los niños es sinónimo de inteligencia. Para hacerlo, el pequeño debe llevar a cabo un proceso cognitivo que denota una enorme capacidad intelectual. Él debe reconocer la verdad, concebir intelectualmente una realidad alternativa y ser capaz de transmitir convincentemente a alguien esa nueva realidad. Es decir, que los más brillantes son los que mienten más tempranamente. Este artículo me pareció más que interesante a la vez que me sorprendieron sus conclusiones. Termina diciendo que se cae en esta conducta por imitación de los mayores, y ésto va pasando de generación en generación.
El actuar por imitación no es algo que se hace concientemente, desde la infancia se nos enseña indirectamente a disfrazar algunos momentos (no mentir, sino adornar) por ej. cuando nos entregan un regalo por lo general te debería gustar, y si no, te debe gustar igual por educación; o todo lo relacionado con los reyes magos o papá Noel, a la larga, se descubre que por no romper la ilusión o por amor, se nos mintió.
Por lo cuál aprehendemos esas normas de conducta y así empieza nuestro recorrido en el mundo de las falsedades.
"Mentime que me gusta"; muchas personas viven en la mentira porque resulta más cómodo y menos doloroso. Entonces sienten que quizá no se les está diciendo la verdad, o sólo una verdad a medias, pero es mejor así. Y eso de que, "la mentira tiene patas cortas", en estos casos es un mito, porque las tiene, mientras haya del otro lado alguien capaz y con ganas de impedirlo. De lo contrario, una mentira dirigida a una persona que la acepta tácitamente, puede ser eterna. Hay gente que vive engañada a sabiendas de que algo se les está ocultando, porque es parte de su personalidad, lo que no conozco a ciencia cierta no me perjudica ni me perturba.
En otros casos, se prefiere ocultar parte de la información, que sería bastante discutible decir que es mentir en el sentido más estricto de la palabra. Hay quienes consideran que, en algunas excepcionales ocasiones, resulta acertado obviar detalles innecesarios, es decir, que no cambian el curso de los acontecimientos o de las relaciones; el saberlo por parte del otro tal vez no modifica esencialmente las cosas.
Para algunos, tapar parte de la declaración, es engañar, es una pócima en la que se mezclan palabras falaces con algunas gotitas de verdad, de manera tal que el interlocutor nos crea el mensaje completo, es decir, tanto lo cierto como lo que no lo es.
Podemos resumir que existen varias clases de mentiras, las que se consideran "piadosas", en las que se incurre para evitar hacer pasar a alguien por un momento desagradable o de dolor; las "mentiras a medias", son las que mencionamos, que traen un poquito de realidad y otro tanto de engaño; y también existe la "mentira patológica" que hace referencia a aquellos casos en que el autor, no sólo las dice compulsivamente y logra que le crean, sino que él mismo se introduce en ese mundo ficticio y termina creyéndolas también. Éste último, representa un accionar frecuente y compulsivo, y como tal enfermizo. Otra categoría serían las "mentiras masivas", que provienen de medios de comunicación u organismos de gobierno que envían mensajes falsos y generalizados a discresión.
Mentiras que han derrumbado relaciones y amistades, que, en un minuto hacen tambalear toda una estructura emocional muy difícil de reconstruir. Nos hacen perder la confianza en el otro y hasta en nosotros mismos, ya que, no existiría la mentira si no hubiese alguien dispuesto a creerlas y ahí es donde entra en el juego la autoestima. Y bastante difícil, sino imposible, recuperar la confianza en el otro luego de una desilusión. Se convierte en un extraño, y ya nada vuelve a ser igual.
Estamos acostumbrados a ellas, algunas pequeñas, inofensivas y otras muy atroces, todas forman parte de nuestra sociedad y nacen en nuestras familias. Las aprendimos quizá para defendernos, para pertenecer a un grupo, para sentirnos quienes realmente no somos, realidades de cada uno que, muchas veces, duele aceptar.
Algunos las perfeccionaron con el correr del tiempo y sobrepasando la edad de la inocencia, y las convirtieron en su modus operandi. Otros las reservan para aislados momentos y sin ánimo de dañar al otro, al contrario, a veces con intención (equivocada o no) de protegerlo. Y unos cuantos, que difunden a viva voz modelos a seguir, las utilizan descaradamente y sin tapujos...
Las hay de todos los colores y formas, matices para todos los gustos y hasta insólitas algunas, poco creíbles, pero mentiras al fin.

Esta vez, no voy a terminar con la propuesta de "no mentir" porque tendría que agregarle el dicho "haz lo que yo digo pero no lo que a veces hago...." y no sonaría muy convincente. Sí me gustaría, rescatar la importancia de enseñar y transmitir el valor de la verdad, porque no tenemos que conformarnos y porque todos nos merecemos un mundo mejor.
Hay un cuento que se llama "Washington y el cerezo" que habla de la importancia de decir la verdad, les recomiendo su lectura ya que es un buen punto de partida para empezar a difundir este valor.
Y si surge espontáneamente y no pudimos actuar de otra manera, nunca es tarde para remediar nuestros errores; el tener intenciones de cambio ya significa haber empezado a cambiar.
Siempre comencemos por sincerarnos con nosotros mismos...

viernes, 24 de julio de 2009

Enormes pequeñeces

Hace un tiempo, le ofrecí un pañuelo a un señor que le sangraba el dedo en una parada de colectivo. Me sorprendí frente a su sorpresa. Él no esperaba esa ayuda y me agradeció desmedidamente un gesto tan sencillo de observar al otro.
No sé si es idea mía, pero, ¿no sienten que la gente va por la vida mirando pero sin ver?. Yo pienso que todos necesitamos siempre algo simple que a la otra persona no le insume más que un mínimo esfuerzo. ¿Nunca vieron esa lucecita en la mirada cuando regalamos un sonriente "buen día" o un educado "permiso" o "por favor"?. Palabras tan comunes, frases hechas si se quiere, pero que quizá en la vida de alguien, de cualquier ser, que anda por algún transitado lugar, pueden significar mucho. Una pequeña alegría, sentir que tal vez por esos segundos a una persona le importamos, sentirnos respetados e iguales por un momento. Después, cada uno sigue con lo suyo y adelante, con caras preocupadas y pasos apurados, pero con la convicción de que dimos, brindamos, miramos a los demás, viendo a los demás. Tus ojos, nuestra mirada, en el lenguaje gestual son muy importantes, porque expresan prácticamente todas las emociones posibles. Quien mira limpiamente a los ojos de otros es una persona segura, sincera, amistosa, que transmite sus emociones, que da. No olvidemos dar una mirada atenta a nuestro alrededor.

Hace poco, una vieja y siempre amiga, me hizo llegar estos versos, tan profundos y oportunos que no quise dejar de compartirlos;

"Para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia"
Octavio Paz

Mi propuesta de hoy es regalar un gesto, por pequeño que parezca va a ser muy gratificante para el otro, para esas personas que caminan por las calles desbordadas de almas, que necesitan miradas.
Demos esa señal y busquemos en los demás, ahí nos encontraremos...
Son enormes pequeñeces que llenan el espíritu...

domingo, 19 de julio de 2009

MI LECTURA DE LA AMISTAD

"Si sientes que todo perdió su sentido, siempre habrá un "te quiero", siempre habrá un amigo. Un amigo es una persona con la que se puede pensar en voz alta"... R. W. Emerson.

Hoy pensé en armar mi caja de los recuerdos y en ella intentar guardar un poquito de cada amiga/o para rendirles mi más sincero homenaje.

Cuando empecé a meter adentro los pedacitos se me mezclaron todos y quedó un revuelto de amigos interesante. Encontré de todo un poco. Algunos son los de toda la vida, que te conocen tan bien que ya te resulta imposible ocultarles cualquier detalle. Éstos están ahí metiditos desde hace rato y vienen conmigo pasito a paso, más lejos o más cerca y siempre más cerca que lejos.

Otros me los encontré más avanzado el recorrido y compartí con ellos momentos inolvidables. Algunos poquitos siguen ahí, y otros se perdieron en alguna parada, no sé por qué extraño motivo; igual me dejaron mucho como para olvidarlos así como así. Encontré también unos cuántos un poco más actuales pero no por eso menos amigos. De esta categoría hay bien variaditos personajes, todos muy queridos e irremplazables, que me acompañan y están siempre presentes.

Amigos a la distancia que siento pegaditos en el corazón y que me dieron tanto y me tuvieron y tienen tanta paciencia que no puedo dejarlos afuera por nada.

Amigos, no sé si tantos, pero poquitos y seguros, contados y confiables y siempre pendientes y dispuestos a estar.

Con todos y de distintas maneras vivo cada día ratos de amistad, palabras que van y vienen, sentimiento que se profundiza y afianza a medida que el tiempo pasa y sólo importa lo verdadero.

Todos diferentes y parecidos, locos y divertidos, porque si no, no serían mis queridos amigos.

Entonces, y ya terminando mi tarea, encuentro que a este revuelto interesante que se me formó no lo podría cambiar por nada en el mundo.

A ellos les digo, que acá estoy, pensando en cada uno, y sepan que: ya están bien metiditos en mi caja sagrada.

Feliz día amigos!!!!!

viernes, 17 de julio de 2009

Mi lectura de: "Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus"

"Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus" de John Gray, no es un libro de autoayuda, sino, pretende ser una guía de recomendaciones y consejos para entender al sexo opuesto. Somos biológicamente similares, pero diferimos en patrones de comportamiento. ¿Somos de planetas distintos?
En líneas generales, a los marcianos (hombres) les cuesta mucho entender ciertas actitudes de las venusinas (mujeres) y viceversa; entonces si lo leés te vas a sorprender encajando en muchas situaciones que plantea el autor, sintiéndote identificado y riéndote en algunas de ellas porque coincide "casualmente" con algo que viviste o estás viviendo.
Los marcianos frente a un problema, se encierran en su cueva para tratar de resolverlo e invierten toda su energía en intentar buscarle solución al mismo. Las chicas de Venus ante la misma situación, sólo pretenden ser escuchadas y comprendidas, no quieren soluciones!, compartir el problema con alguien (amiga, pareja) es más que suficiente. Entonces si sos marciano, no pretendas brindar consejos ni tratar de resolver sus problemas, sólo relájate y oí con atención, aprendé a escuchar, y después de eso, ella se sentirá aliviada y comprendida. Si sos una venusina, déjalo en su cueva meditando o distrayéndose con algo (play station, tele, diario, etc) y no te sientas apartada ni excluída, él sólo necesita tiempo para salir de ese mal momento y no es hora de querer captar su atención en un 100%.

Cuando una mujer se siente perturbada, confundida, cansada o agotada, lo que más necesita es la cercanía, sentirse amada y comprendida. Al hombre le cuesta entender eso, porque ellos necesitan lo contrario, estar solos para hallar respuestas. Hombres y mujeres con necesidades diferentes y diversa manera de expresar sus sentimientos, sus palabras, de dar, y de tomar lo que el otro le brinda. Ahí está el eje del conflicto y quizá lo que hay que internalizar para lograr armonizar con el otro.

El amor es cíclico, y para tener éxito hay que comprender las distintas estaciones que lo componen. En primavera es fácil, pero en verano da mucho trabajo. En otoño se puede llegar a percibir pleno, pero en invierno se sentirá vacío. Algunas veces fluye con facilidad; otras requiere de mucho esfuerzo. Es imposible estar siempre de la misma manera y tenemos que aceptar los altibajos y permitirnos cometer algunos errores.

Las ideas que podemos tomar de esta lectura, no van a traer aparejados un conocimiento instantáneo o un cambio radical en la pareja, porque tenemos una cultura social y de nuestros padres, que están instaladas muy profundamente en nosotros. El proceso de aprender requiere no solamente de escuchar y aplicar, sino también olvidar y recordar nuevamente y ahí radica la cuestión. Entonces, cuando se atraviesa una situación complicada y uno piensa que no está recibiendo el amor que necesita, en lugar de echarle la culpa al otro o a nosotros mismos, podemos releer este libro o simplemente recordar que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, es decir, somos diferentes y eso nos permitirá actuar de la mejor manera posible.
Y porque al parecer somos de distintos planetas es que muchas veces no encontramos la salida y el desencuentro parece ineludible; pero habrá que tener la guía a mano, refrescar algunos conceptos e intentar aprender a pedir lo que uno necesita; algo tan básico como eso y que casi siempre cuesta tanto concretar...
Y sólo me cabe agregar que hay que mantener siempre el sentido del humor a flor de piel, porque reírse mucho ayuda y mucho, es uno de los motores que impulsa y une a la pareja.
El autor afirma que quién lee este libro acaba siendo diferente porque nada se percibe de la misma manera después de la lectura... será cuestión de averigüarlo.