lunes, 14 de diciembre de 2009

La vida en un suspiro

Quizá recordaba, mientras permanecía sentada esperando. Sus ganas ya no estaban, o sí estaban, tal vez, pero su fuerza se había perdido. Ella permanecía así. No sé qué pensaba o si ya se había cansado de pensar y de esperar. Pero sabía que ese era su único camino y que su recomenzar ya no volvería. Recuerdo su mirada como de despedida. No sé si el dolor ya había pasado a un segundo plano, como en esos momentos en que, superada esa etapa, se puede ver por encima de él. Ella sólo miraba y tal vez añoraba sus buenos años. Y llegó el instante de partir. Y yo me pregunto, si en ese lugar y momento su vida pasó fugaz ante sus ojos. Su familia numerosa, su lucha, sus días felices, sus proyectos, nosotros, sus ausencias, su entrega, sus angustias, lo que fue y lo que no pudo ser, su generosidad desmedida y su afán de salir adelante y después, nada, o todo. Pienso que así debe haber sido, o no, no importa. Su paz dice que sí. Y se soltó, se soltó porque una parte de ella ya se había ido. La vida en un suspiro ante sus ojos,tal vez, y ante los míos la vida y un cruel vacío...