martes, 31 de mayo de 2011

Lo que dicen los dichos...

Esta vez me atrapó la idea de escribir sobre el significado de los dichos populares, es decir, aquellas frases hechas generadas a partir de situaciones o anécdotas de un determinado pueblo que se instalaron en el lenguaje, incluso trasladándose a otros lugares. Muchas veces carecen de sentido literalmente hablando y parecieran no tener lógica pero entendemos que se quiere decir con ellos aunque ignoremos su origen. Vienen circulando desde hace tiempo y fueron pasando de generación en generación formando parte de nuestra cultura cotidiana, los incorporamos a nuestro decir diario casi sin darnos cuenta. Es curioso lo que nos sucede con ellos, porque vienen a nuestra mente, se disparan desde algún misterioso rincón y no recordamos haberlos escuchado, sólo están y a veces los usamos sin siquiera pensarlos. Sabemos que queremos significar con ellos pero no conocemos el trasfondo cultural que les dio vida. Algunos de ellos causan gracia por las palabras que contienen y todos ellos esconden una historia detrás. Me pareció interesante conocer de donde vienen para saber que decimos al decirlos. Bueno, Agarrate Catalina que empezamos...

Cuenta la historia que una familia de trapecistas de un circo recorría los barrios porteños en la década del '40. Pero había un hecho trágico detrás de esta tradición. La bisabuela, abuela y madre de la joven Catalina habían muerto realizando presentaciones en el circo. Por eso, antes de cada función todo el mundo le decía a la joven:“Agarrate bien, Catalina”.

Y ojo con los que lloran lágrimas de cocodrilo! Este dicho lo utilizamos para decir que alguien está fingiendo dolor o angustia, y también tiene su origen...En la antigüedad se decía que los cocodrilos atraían a sus víctimas con un peculiar quejido similar a un llanto y que lloraban sobre los restos de sus presas después de haberlas devorado. Hoy se sabe que las famosas lágrimas se producen porque este animal tiene sus glándulas salivales y lacrimales muy cerca entre sí por lo cual se estimulan constantemente. Y de ahí el dicho...

A ver, no hay moros en la costa, continuemos...Antes de ser expulsados los Reyes Católicos de España, los Moros atacaban las costas de este país destruyendo todo a su paso. Esto ocurría casi siempre en un pueblo costero en donde las defensas eran pobres. Por eso se crearon torres desde las cuales se podía divisar a lo lejos al enemigo moro y acto seguido se encendían grandes antorchas que eran vistas desde varios kilómetros y se gritaba "Moros en la costa". Con el paso de los años se utilizó para cualquier tipo de invasor quedando la frase "No hay moros en la costa" para indicar la no presencia del enemigo por el océano o sin novedad en dicho frente.

Espero que no brillen por su ausencia y sigan leyendo...Existía entre los antigüos romanos la costumbre de exhibir en los servicios fúnebres los retratos de todos los antepasados del difunto. Se cuenta que en el funeral de Junia, viuda de Casio y hermana de Bruto, asesino de Julio César, faltaban las imágenes de estos dos criminales, de lo que todos los presentes se dieron cuenta. Posteriormente un poeta francés fue quién puso de moda la expresión " brillar por su ausencia", la misma se usa, generalmente con mala intención, para resaltar que alguien no está presente en un determinado momento o circunstancia, o cuando más se lo necesita.

Y como hasta " a seguro se lo llevaron preso" proseguimos para seguir descubriendo historias...En España existía un castillo, llamado de Segura de la Sierra, que servía de prisión. Era una cárcel para delincuentes comunes, quienes tenían muy pocas probabilidades de sobrevivir allí, pero también era un lugar de detención para personas de cualquier alcurnia, quienes no permanecían en ese lugar por demasiado tiempo. De cualquier manera, no importaba la condición social de las personas, cualquiera podía ser encarcelado allí si cometía algún hecho delictivo. Por lo que el dicho sería: a Segura (haciendo referencia a la prisión) se lo llevaron preso. Luego se dio el juego de palabras con el adjetivo seguro que en definitiva significaba que, sin importar la condición social de las personas, ellas pueden ser encarceladas si sus acciones no son correctas. En nuestro país se utiliza para dar a entender que nadie está exento (seguro) de que le pase algo, bueno o malo, todo puede suceder o que nada es 100% fiable.

Bueno, vayan "atando los bártulos" que partimos hacia otra historia. No dejo de sorprenderme...Esta frase suele utilizarse para referirse a hacer las valijas o preparar cosas para realizar un viaje o mudanza. Su origen se remonta a la extensa obra del profesor de Derecho y jurisconsulto de la Edad Media, Bártulo de Sasso-Ferrato. Los estudiantes de Sasso-Ferrato tenían que llevar consigo los 13 volúmenes que contaba la obra del profesor. Atar los libros era la mejor opción para poder llevarlos sin que se cayera ninguno en el viaje. Entre los estudiantes, y seguramente, a espaldas del profesor, se decía "atar los bártulos" quizá en tono despectivo hacia él, que tanto había escrito. Este dicho lo tengo bastante presente, sobre todo cuando estoy de acá para allá con la cartera, mochila, bolsito, camperas y etc.: agarremos todos los bártulos y vamos yendo...

Y, quién no dijo alguna vez, " está más loca que una cabra", este dicho tiene su origen en las granjas, en donde se sabe que los corderos y las cabras tienen comportamiento bien distintos. El cordero al ser destetado sigue a su rebaño y especialmente a su madre, mientras que las cabras, más inquietas, tras el destete, suelen escaparse y perderse en los montes. Al anochecer se escucha a las jóvenes cabritas perdidas, berreando por sus madres. El granjero debe ser previsor y encerrarlas bien en el corral porque ya sabe lo locas que son. A mi intentaron encerrarme varias veces ya...

Esto no es "moco de pavo"....En el siglo XIX las personas usaban relojes de bolsillo con cadena. Los ladrones de España sostenían que el pavo era la víctima y el moco, lo que cuelga del pico del animal era la cadena, siempre de poco valor, del reloj. Lo decimos para significar que no hay que subestimar una situación por más que se presente como fácil.

A seguir concentrados! dejen de "estar en babia" que esto no es "un viva la Pepa"(tengo que reconocer que este es mi preferido, lo uso siempre en casa cuando todo es un descontrol, “A ver chicas, que esto no es un viva la pepa!”). Estar en babia es otra de las frases bastante populares a la hora de decir que alguien está pensando en cualquier cosa o simplemente, "que está en otra". La provincia española de León tiene una ciudad llamada Babia, un lugar paradisíaco en el que se refugiaban los reyes para escapar de la guerra contra los árabes.

"Viva la Pepa”. Hoy es una expresión que significa “todo vale”, “vivamos de fiesta” o el libre albedrío al extremo. Pero en sus orígenes la expresión significaba todo lo contrario. El grito “Viva la Pepa!”, era utilizado por los liberales españoles en adhesión a la Constitución de Cádiz, promulgada el 19 de marzo de 1812, en la festividad de San José Obrero. Del apodo “Pepe” (José) derivó “viva la Pepa”, como una forma sutil de decir “viva la Constitución”, pero quedando a salvo de ser reprimidos.

¿Y? ¿ponen "las manos en el fuego" por alguien? Tiene su origen en la época en que se practicaba el juicio de Dios para dictar sentencias. Consistía en colocar hierro candente sobre la mano del acusado, si la persona salía de la prueba indemne o con poco daño se la consideraba inocente. Con el tiempo se la empleó en sentido figurado para manifestar un respaldo total por alguien...¡cuidado por quién lo hacen!

En cualquier barrio o ámbito de todo tipo, se suele criticar a los vecinos por ser metidos, por hacer correr rumores sobre la vida cotidiana de la gente que los rodea. Es decir... “ser muy chusma”.
En las tribus, “la chusma” estaba integrada por mujeres, niños y enfermos .Cuando aparecían los soldados blancos, “la chusma” hablaba en voz baja. Al poco tiempo, se comenzó a emparentar a la chusma con el chisme. Así que si pertenecen al género, ya saben…O si son como yo, la “oveja negra” de la familia, sepan que es un modismo que describe a un miembro diferente y poco respetable de un grupo, especialmente del familiar. El término se relaciona generalmente con aspectos negativos, como por ejemplo rebeldía. Deriva de la presencia indeseable y poco común de individuos de lana negra en rebaños de ovejas, lo cual no era bueno para el criador ya que la lana de dichas ovejas no era cotizada en el mercado.

En el libro de “Don Quijote de la Mancha” se origina uno de los dichos populares más conocidos y utilizados. Cuando se quiere decir que alguien no para de conquistar corazones, es decir, es un exitoso/a en el amor, se habla que “no deja títere con cabeza”.En un fragmento del libro escrito por Miguel de Cervantes, Don Quijote se sube a un escenario y le corta la cabeza a todos los títeres para defender a una princesa de trapo y madera.

Y como la lista no tiene fin ya vamos terminando… ¡y si! ¿qué quieren?, ¿la chancha y los 20?. No le busquen el pelo al huevo y a otra cosa mariposa que esto ya no tiene gollete...

La verdad me divirtió muchísimo descubrir tantas anécdotas a partir de las cuales han llegado a nosotros estos dichos que forman parte de nuestro vocabulario y que seguirán viajando en el tiempo sorprendiendo a otras generaciones. Y quién les dice no seamos protagonistas nosotros de otros hechos o situaciones que le den nacimiento a más de ello.¡Vamos! ¡no se duerman en los laureles!que esto sigue hasta que las velas no ardan...

Les propongo que aporten otros dichos populares que se les ocurran o que utilicen en alguna situación particular...Me encantó!

miércoles, 27 de octubre de 2010

Palabras revueltas


Hoy quise reunir palabras
y lo intenté sin sentido
tampoco quise obligarlas,
que se unieran sin motivo.

Las vi juntas y revueltas
y no pude encadenarlas
eligieron volar sueltas
y yo me negué a dejarlas.

Si me dieran la ocasión
para poder yo ligarlas
si estarían a mi alcance
si me dejaran pensarlas.

Tal vez su mensaje dieran
un alivio en tanto ruido
algún canto en primavera
o algún sueño compartido.

Son mis musas más vitales
y no dicen esparcidas
intuitivas, naturales,
hoy me parecen dormidas.

No me rindo y aún buscando
entenderlas así sueltas,
me atrevo y sigo explorando
pero siguen muy revueltas.

Cada una por su lado
Inquietas, desordenadas
con su secreto guardado
vacías y alborotadas.

No quiero ya presionarlas
a una inspiración forzada
calladas pienso dejarlas
si hoy no quieren decir nada.

domingo, 16 de mayo de 2010

Amas de casa desbordadas

A veces me pregunto si la tarea de amas de casa es un trabajo digno. Tanto aquellas mujeres que lo hacen con exclusividad como aquellas que trabajamos en alguna otra cosa y lo hacemos casi con exclusividad también, ¿tendremos un trabajo digno?. Se trata realmente de una labor muy laboriosa, dedicada y...¡ agotadora!, ni hablar si en la casa merodean esos pequeños seres que amamos más que a nuestras vidas y que son nuestros hijos. No sé si les pasa a ustedes, pero cuando están en medio de alguna de estas actividades, entiéndase, cocinar, lavar los platos, hacer las camas mientras miramos la tarea del colegio, damos una barridita, siempre veloz, mientras levantamos la ropa seca y pensamos en la cena, ponemos un lavarropas, atendemos el teléfono y organizamos horarios y rutina del día, no se preguntan ¿cuando llegará el franco? Y cuando en ese precioso instante en que hallamos un claro, y nos sentamos silenciosas, casi sin respirar ni pensar, para que no noten nuestra presencia, las llaman o piden algo, ¿se preguntan sobre el carácter vitalicio de nuestra interminable ocupación?. Yo sí, y a veces siento que merecemos una valoración constante e infinita por nuestra sacrificada entrega, una recompensa de cualquier tipo. Y definitivamente, ¡un descanso!, porque las vacaciones no lo son, se trata de un traslado de tareas a un lindo lugar, pero... ¡no las podemos dejar nunca!. Son como fieles seguidoras que nos acompañan adonde vamos...nada más leal que ellas. Hay momentos en que llevamos a cabo este quehacer con sumisión, sin quejarnos, casi como ovejitas resignadas, pero en muchos otros nos sentimos embarcadas en una locura cotidiana que termina para volver a comenzar casi simultáneamente. Sabemos que en general nos corresponde dicha obligación hogareña, es natural a nuestro género, vaya a saber por qué extraña costumbre milenaria, cultura tradicional que nos achacó semejante rol. Es una especie de título heredado que se obtiene sin estudiar y se aprende con la práctica y sin red ¿Habrá acaso alguna mujer, o mujer y madre que disfruta con ella? No es mi caso mis queridas colegas de la vida. Soy de la idea que es mucha cosa para una sola e indefensa persona y que es completamente lógico sentirnos superadas a veces. Por eso mujeres... no se sientan frustradas si tienen ganas de viajar al espacio en algunas ocasiones porque tanta responsabilidad desborda y desequilibra. Hay que encontrar nuestro momento, sólo nuestro, y regalarnos algo de paz para nuestra alma y liberar así nuestra mente. Nos lo merecemos sin dudas. Eso y pedir ayuda o saber delegar a tiempo sirve también. Para que nuestro trabajo diario de reinas del hogar, amas y señoras de casa, dedicadas full time, sin domingos ni feriados, sea más llevadero.
Y como diría Normita, mamá de una querida amiga, hay que hacer las cosas con "mucho amor" para que salgan bien y no se transformen en una tortura. Debo reconocer que trato de implementar sus dichos pero me cuesta mucho, sobre todo cuando me peleo con la aspiradora* o se me quema la comida o cuando el día se vuela cual estrella fugaz... al menos el intento vale para mi.
* El tema aspiradora merece una mención especial ya que tengo un asunto personal con ella, sé que tiene vida propia y que me odia en secreto, ¿será porque rompí sus pequeñas ruedas o porque quebré su manguera varias veces? no sé...pero nuestra relación no tiene arreglo y juro que me esmeré por revertirla...
Con amor, como hacían nuestras abuelas, o al menos eso dicen... sin saber si alguien alguna vez les preguntó si estaban contentas y satisfechas, si eran amorosas dueñas y señoras o sólo disimulaban y estaban ¡secretamente desbordadas!....

lunes, 18 de enero de 2010

Mi pueblito perdido

En un pueblito remoto, perdido en el tiempo y en las miradas, alguien se levanta cada día. Ese es su lugar, eso siente, y quizá ni se pregunta que hay más allá de las montañas verdosas. El sol le alcanza y el aire limpio le sobra. Tal vez le gustaría conocer el mundo, o no. Millones de lugares escondidos para nosotros que son, cada nueva mañana. Transcurren muchas vidas, así, sin llamar mucho la atención o casi nada, simples y calladas. Para sus pobladores ese es su espacio. Lo conocen muy bien, allí nacieron y jugaron, lloraron y festejaron, se encontraron y despidieron algunos para descubrir nuevos horizontes. Yo me pregunto por esos pueblitos olvidados. Qué lindo imaginar sus días. Si hasta casi puedo ver uno, cargado de árboles y casitas bajas, con caminos que imitan calles, sinuosos y coloridos. Veo gente de trabajo y animales por todos lados. También un cielo libre y lejano, y una paz que invita a quedarse. Puedo oír sus tardes apacibles y me inundo con sus claros aromas. Si hasta me siento caminando por su modesta placita, ahí justo frente a la iglesia. Miro más allá y puedo apreciar la puesta del sol, e incluso parece que eligiera ese lugar para esconderse orgulloso y radiante todavía. La calma me acompaña y marca mis pasos quietos. Miradas curiosas me dan la bienvenida. Si, qué lindo soñar con su paisaje iluminado y disfrutar sus minutos sin prisa. Tan sólo si supiera cómo llegar a él. Porque sé que existe ese pueblito postergado en algún rincón del mundo, dando vida y despertando cada mañana. Los invito a conocerlo, cierren sus ojos e imaginen...

lunes, 14 de diciembre de 2009

La vida en un suspiro

Quizá recordaba, mientras permanecía sentada esperando. Sus ganas ya no estaban, o sí estaban, tal vez, pero su fuerza se había perdido. Ella permanecía así. No sé qué pensaba o si ya se había cansado de pensar y de esperar. Pero sabía que ese era su único camino y que su recomenzar ya no volvería. Recuerdo su mirada como de despedida. No sé si el dolor ya había pasado a un segundo plano, como en esos momentos en que, superada esa etapa, se puede ver por encima de él. Ella sólo miraba y tal vez añoraba sus buenos años. Y llegó el instante de partir. Y yo me pregunto, si en ese lugar y momento su vida pasó fugaz ante sus ojos. Su familia numerosa, su lucha, sus días felices, sus proyectos, nosotros, sus ausencias, su entrega, sus angustias, lo que fue y lo que no pudo ser, su generosidad desmedida y su afán de salir adelante y después, nada, o todo. Pienso que así debe haber sido, o no, no importa. Su paz dice que sí. Y se soltó, se soltó porque una parte de ella ya se había ido. La vida en un suspiro ante sus ojos,tal vez, y ante los míos la vida y un cruel vacío...

sábado, 21 de noviembre de 2009

Un mundo en mi patio

Un mundo en mi patio tengo
desbordante de maravillas,
intensos rastros de vida,
un cuadrado de cielo que brilla.

Hay un poco de naturaleza
y también yace mi desvelo,
noches y charlas de amigos
y hay gritos y mucho juego.

Su olor me trae emociones
de lluvias y de recuerdos,
de noticias que no quise,
de llamados y de invierno.

Hay un mundo en unos metros
con pájaros que cerca anidan,
con abrazos de amor puro,
con balcones que me miran.

Ruido de gente que hace su día,
que despliega su rutina,
y hay ropa y hay hojas verdes
y soledades que no terminan.

Yo repaso sus rincones,
me río y a veces canto,
creo, pienso, me imagino
y a veces sigo esperando.

Hay mucho en poco lugar
y a veces el sol no alcanza,
pero es mi remanso de paz,
con campanas que no descansan.

Son sitios que se hacen uno
y mi patio me acompaña,
aunque a veces no vea todo
y haya nubes que me empañan.

Siempre mora ahí mi estrella,
que habita en ese cuadrado
de cielo colmado de sueños
y un mundo del otro lado.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

La foto de Anemy

Anemy era una chica fuera de lo común. Ella no se sentía parte de la realidad y vivía un pasar de ensueños con sus particulares intereses. Daba la sensación de que pertenecía a alguna época pasada. Siempre habían despertado en ella una extraña fascinación las antigüas fotos en blanco y negro de su abuela y otros familiares lejanos, y aún aquellas que se encontraban en viejos periódicos donde se podían ver a personas rodeando un hecho importante, en algún desconocido lugar en tiempos lejanos. Tenía totalmente prohibido abrir los viejos y empolvados cajones del cuarto de huésped en donde estaban celosamente guardadas. De todas maneras Anemy insistía una y otra vez y pasaba gran parte del día observándolas a escondidas. Imaginaba concentrada qué sentirían esas personas en el momento de ser inmortalizadas en la fotografía. Fijaba su atención en los rostros, sonrisas y expresiones de cada personaje. Y había una especial para ella. No reconocía a nadie, pero se trataba de una especie de reunión o festejo donde parecía que todos se estaban divirtiendo y en un rincón del salón, casi mirando en detalle, había una pequeña niña muy acongojada y ajena a la situación. Se esmeraba por intentar descifrar el por qué de su solitaria angustia. Notaba que tenía sus ojos fijos en los de ella como pidiendo su ayuda y esta revelación se convirtió en una obsesión en su vida, en la misma razón de su existir. Creía que la niña desconocida había quedado atrapada en ese espacio al tomarse la foto y que su pena se debía a eso. Sintió que su misión era liberarla de esa prisión de papel y devolverle el brillo de su mirada. Había momentos en que tenía que abandonar su aventura porque escuchaba pasos cercanos y debía retirarse de la escena y volver a su rutinaria existencia. Pero pronto regresaba. Y volvía a involucrarse en su encrucijada incansablemente, . Una tarde, de aquellas silenciosas de domingo en que solo se oían cantares de naturaleza, Anemy quiso ir por más y se prometió que lograría su cometido. Se puso su vestido blanco, se recostó sobre la mullida cama con la foto apretada contra su pecho, meditó mucho y un poco más, luego fijó su mirada en la de la niña. De a ratos parecía como que entraba en trance o en una regresión o quizá en un sueño profundo. Estaba sudorosa y agitada y ya casi se percibía lejos de ahí, fuera de ese cuerpo y de esa época. Se sentía plena en ese estado. Y en un instante, como en un flash repentino, ocurrió lo inesperado, o lo anhelado por Anemy que se quedó como adormecida. Su abuela entró al cuarto y ella no se movía, estaba muy pálida e inerte con un halo de paz y tranquilidad a su alrededor. Ya no estaba ahí, sólo su cuerpo quedaba y el recuerdo de una misteriosa chica, sensible y fuera de lo común. La foto en blanco y negro permanecía contra su pecho. Si se la miraba rápidamente, nada parecía haber cambiado en ella, pero si se la contemplaba con mayor atención, se podía visualizar el salón adornado para un festejo, las personas sonrientes y animadas y en el fondo del lugar a dos niñas tomadas de la mano, con sus miradas resplandecientes de luz, capturadas para siempre en ese instante.

jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Bichos de costumbre?

¿Somos bichos de costumbre? Yo creo que sí, a todo nos amoldamos con el tiempo. A vivir como se puede, a entender las carencias y las ausencias, a ver necesidades insatisfechas por doquier, almas a la deriva, a hacer no siempre aquello que nos llena y sobre todo, a aquellas cosas y circunstancias que pasan a ser normales y corrientes para nosotros y no deberían serlo: como la miseria del ser humano en el más amplio sentido de la palabra. Poquitos principios, escasos valores, mucho de todo y nada de nada.
Ahora cabe preguntarnos ¿es bueno aceptar mansamente lo que viene?. ¡Yo creo que no! Siento que es hora de revelarnos, de pararnos y disentir, de decir en voz bien alta todo aquello que nos fastidia, duele, disgusta y que no nos completa, o que nos hace subsistir en vez de vivir a pleno.
Hoy es el día de decir basta y empezar a buscar, a obligar a que las respuestas afloren de lo más profundo de nuestra existencia, porque ahí están, ahí se esconden caprichosas. Es momento de intentar encontrar un camino, que por más sinuoso que parezca tiene un recorrido y puede ser interesante transitarlo. Esto es una aventura de a muchos, como un viaje no planificado y sin destino cierto, o mejor dicho con un final anunciado pero sin fecha de vencimiento. Esta vida es un misterio. Que estemos hoy acá dibujando nuestra historia sí que es cosa rara, si uno lo piensa detenidamente. Pero más allá de las reflexiones o creencias, aquí estamos y calculo que es para algo y si ese algo no fluye naturalmente hay que excavar a fondo, cargarse la pala al hombro y hallarlo. Porque si no, así nos quedamos, mirando sosegadamente, permaneciendo en vano.
Por eso hoy quiero invitarlos a explorar hacia el interior y a su alrededor, a no recibir pasivos e inertes lo que sucede por ahí y nos pasa, y a reaccionar, que mucho de nosotros depende. Es más cómodo tomar las cosas como vienen ya que con el tiempo todo se torna cotidiano, somos bichos de costumbre, no obstante me parece que hay muchas realidades que merecen nuestra sorpresa y enojo, y sobre todo nuestra acción. Hay un destino trazado, al menos eso creo, pero con dirección asistida. Es tiempo de cambio y vos, y yo, y muchos pensantes tenemos que actuar y tirar para el mismo lado, el lado bueno de la vida abandonando nuestro papel de bichos de costumbre que tan quietos nos muestra, que tan inertes nos aparta. Tanta falta de oportunidades y mala noticia desesperan y paralizan, por eso siento que no tenemos que estancarnos ahí y movernos en el mismo sentido para que todas las voluntades juntas y solidarias, mezclen bien las cartas y vuelvan a dar. Y ojalá que la combinación entre lo que fluye naturalmente y lo que aportamos con nuestro esfuerzo sea más equilibrada esta vez.
¿Bichos de costumbre? Tal vez es tiempo de dejar de serlo...
¡Acepto propuestas para poner en movimiento las palabras!