Los invito a conocer mi mundo de las palabras, esas que nos permiten viajar a cualquier lugar y ser lo que querramos ser sólo con dejarnos llevar...
lunes, 14 de diciembre de 2009
La vida en un suspiro
sábado, 21 de noviembre de 2009
Un mundo en mi patio
miércoles, 18 de noviembre de 2009
La foto de Anemy
jueves, 12 de noviembre de 2009
¿Bichos de costumbre?
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Ocaso
Tal vez se sienta ocaso
Ese hombre tan querido,
Ve sólo aquello que el tiempo
Arrasó y dejó en el olvido.
Presiento sus noches tristes
Y sufro su soledad,
Acaso la vida pretenda
Enseñarle su verdad.
En su vacío tan grande,
Se conducen repetidos
Y en sordo eco se expanden.
Quisiera poder ver en él
Lo que fue y ya poco queda,
Pero su tristeza recuerda
Y su alma no se sincera.
Sus ojos claros perdieron
El brillo que siempre daban,
Esa luz que me robaron
Cada vez que me miraban.
Retorna a mi su sonrisa
Que ya no se oye tan clara,
Ha perdido sus motivos
Y el corazón que llenaba.
Puedo ver desde su adentro
Días ausentes de sueños,
Comprenderlo en su tormento.
Brindó todo lo que pudo,
Su cariño y su bondad,
Su honradez exagerada
me enseñaron lealtad.
Sus hombros ya no logran
Cargar con este destino,
Ni mis soles alcanzaron
Para renovar su sentido.
A ese hombre tan querido
Que a este mundo me trajo,
Que me dio todo a su modo,
Que se hizo desde abajo.
Le digo que mire adelante,
Que no detenga su andar,
Necesito que su sonrisa
Sonora me vuelva a dar.
Puedo ver desde su adentro
Y sentir su anochecer,
Aunque mi adentro no quiera
Concebirlo ni entender.
Que su Angel esté perdido
Y que no quiera volver
A estar acá bien presente
Convertido en amanecer.
miércoles, 14 de octubre de 2009
Quiero volver en pájaro
Si es que existe realmente
Eso de regresar a ser,
Yo quiero volver en pájaro
Y un par de alas blancas tener.
Si eso es cierto, si podemos
Reinventarnos otra vez,
Sería una nueva chance
Para nuestra alma, tal vez.
Si nos vamos, sólo en parte,
A un lugar, quién sabe dónde,
Yo quisiera ahí encontrar
Lo que extraño y no responde.
Sentir esa liviandad
De aquello que nos encierra,
Estar rodeados de afectos
Y retornar lozanos a esta tierra.
Si eso es cierto, si podemos
Englobar en un suspiro,
Toda la vida vivida
Y tanto pensamiento perdido,
Yo intentaría atesorar,
Y llevarme a ese lugar
Mis recuerdos apretados,
Para procurar recomenzar.
Si es seguro, si nos dejan
Reestrenados renacer,
Yo quiero volver en pájaro
Planeando al amanecer.
Si nos dejan, si eso es cierto,
Yo quisiera un nido tener,
Respirar la luz y en lo alto
A mis pichones proteger.
Admirar el mundo lejano,
Mil rincones recorrer,
Viajar libre y despojado
Y en bandada permanecer.
Que mi canto se oiga fuerte
Y que nunca me detengan
Tormentas o miedos pasados
O los enigmas que vengan.
Que mis plumas acaricien,
Que mi voz reparta alegría,
Que el nuevo día se asome
Y cómplice nos sonría.
Si eso de regresar a ser,
Si es que ocurre, si eso es cierto,
No voy a dejar de buscarte
Por todos los mares y vientos.
Y si volviste vos en pájaro,
Y si tus ojos yo encuentro,
Volaremos, ala con alma,
Felices hacia lo incierto.
martes, 6 de octubre de 2009
Un lugar para todos
Prefiero pensar que el mundo
Fue creado para todos,
Aunque a veces me parezca
Que no cabemos, no hay modo.
Cuesta entender el motivo,
Duele ver esas miradas
Que piden algo impreciso,
Que flotan desanimadas.
Sé que no saben, ni esperan,
Sólo lo que el cuerpo anhela,
Que no se preguntan nada,
Sus almas no desesperan.
Difícil ver a ambos lados,
Más allá de nosotros mismos,
Encontrar esos momentos
Para abreviar los abismos.
De tanto correr nos perdemos,
Buscamos sin saber por donde,
Ignoramos que es ahí adentro
Donde las respuestas esconden.
No pretendo soluciones
Que muchos tienen a mano,
Me conforma un simple gesto
Y sentirnos como hermanos.
Ya es hora de detener
Este globo pasajero,
Devolver esas sonrisas
Y espacios que se perdieron.
Renovemos la esperanza,
Es tiempo de mirar con ganas
De brindarnos sin orgullo,
De decir esas palabras.
Yo insisto en creer que el mundo
Sí es un lugar para todos,
Aunque a veces me convencen
Que no cabemos, no hay modo.
Aunque sienta que no siempre
Nos esforcemos del todo,
Alcanza con darnos cuenta
Que sí cabemos, hay modo.
Estos versos fueron inspirados en esas miradas tristes, que piden sin decir nada, que esconden sueños perdidos y que merecen un lugar en este mundo. ¿Qué piensan? ¿Cabemos? ¿Hay modo?
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Recuerdos
Si recuerdo, mis recuerdos,
Se me vienen como aromas,
Son fugaces sensaciones,
De lo vivido que asoman.
Evocando los momentos,
Vuelve alegría y perturba
La nostalgia que aparece
Entre risas y penumbras.
Andando en mi bici azul
En el patio de mi casa,
Rememorando me encuentro
Detenida en el tiempo que pasa.
Siento la inmensidad del mar
Y mi miedo a las montañas,
Veo tardes de aventura,
Y manos que me acompañan.
Qué misterio los recuerdos
Que en nuestra mente persisten,
Parece que se negaran
A quedar atrás y volviendo insisten.
Qué tercos son y obstinados,
No se atreven a soltarnos,
Quizá temen que en la distancia
Comencemos a olvidarlos.
Son colores, son lugares,
Son rostros y son miradas
Que siguen, que me dejaron
Vacía parte del alma.
Y si espío en tus recuerdos,
Que hice míos y en esencia,
Revivo tus ratos felices
Y tus profundas ausencias.
Me aparecen tus ojos tristes
Sumados a tu sonrisa gigante,
Cuando me subí a tus recuerdos
Ya nunca fui la misma de antes.
Desde entonces fue el amor
Toda vida y soles nuevos,
Que abrieron otras ventanas
Y fundieron nuestros senderos.
Desde aquel instante juntos,
Caminando y con memoria
De recuerdos que entrelazados
Escriben una misma historia.
Este poema invita a sobrevolar por nuestros recuerdos, de hace tiempo o de ayer, esas imágenes que se nos pasan como una película por la mente. Esas que nos traen la nostalgia, que a veces es buena, pero siempre me deja esa extraña sensación de querer volver atrás y no.
Dedicado a mis gratos recuerdos de ayer y a nuestros recuerdos, Amor.
jueves, 3 de septiembre de 2009
La rebelión de los sueños
Sueños que nos envuelven y huyen,
Antes de que nos demos cuenta,
Esos que un día fueron nuestros,
Decidieron partir sin cerrar la puerta.
Yo no sé hacia qué lugar
Ni con qué osado motivo,
Pero parece que se han juntado
Para evitar seguir cautivos.
Tal vez sea porque se niegan
Al plano de la realidad ser removidos
Y emprendieron su revirado vuelo,
Algunos inquietos, otros complacidos.
Dicen por ahí que no piensan regresar,
Que les agrada su nueva vida fugitiva
Y que fue la única opción que hallaron
Para rescatar su integridad perdida.
Que dijeron ya no, no más encierro,
No más agobiantes y egoístas anhelos,
Y que ahora, libres y más audaces,
Hasta se ríen de nuestros deseos.
¿Será que sofocados y oprimidos,
Y antes de ser por alguien concretados,
Se han sublevado para redimirse,
Resistiendo un desenlace esperado?
Yo no sé qué pasó con ellos,
Si de tanta libertad han enloquecido,
Pero los soñadores no tienen consuelo,
Se los ve tristes, se los ve vacíos
Vacíos, sin sueños,
Sin sueños, ya dormidos.
Pero esperen, que ahí los veo a lo lejos,
Ahí vuelven triunfales en renovado vuelo,
se fundieron todos para hacerse uno,
Un sueño de paz para el mundo entero.
Soñar despierto es maravilloso, siempre que se tenga la certeza de que los sueños son sólo eso. Y si algún sueño deja de serlo, que la desilusión no nos invada, que la realidad no nos atropelle, disfrutemos lo que tanto buscamos, aunque no sea tal como lo soñamos. Y si algún sueño rebelde se nos escapa, porque no quiere dejar de ser sólo eso, no lo obliguemos a regresar, quizá tenga una misión más importante, quizá quiera unirse a la rebelión de los sueños...
miércoles, 26 de agosto de 2009
El cuento de Casiniño
Casiniño era grande, digo, de edad, pero nunca había crecido internamente. Quizá, el sentirse diferente a los demás y el no entender algunas cosas de la vida le produjo una suerte de hechizo mágico, que lo dejó así, no sé...
No era muy alto y tenía unos enormes y curiosos ojos tristes, su cara redondeada, con unos pocos cabellos que caían sobre su amplia frente, a manera de flequillo. Tenía la inocencia y pureza que posee todo niño, la despreocupación sobre lo mundano, una sabiduría innata, la sensación de “vivo el hoy” en su mente y sensible el corazón.
Siempre andaba solo, con su alma tierna, de acá para allá, viviendo como podía entre tanta liviandad. A él no le gustaba este mundo, no podía hallar la manera de encajar en él y se empeñaba en que fuera de otra manera. Tenía la ilusión de cambiar problemas por fantasías, obstáculos por aventura sin fin, una lágrima por un guiño y estaba convencido de que podía hacerlo.
Se pasaba el día entero caminando sin apuro, y generalmente con una rotunda sonrisa en su afable rostro, lista para regalarla al primer afortunado que se le cruzara. Aunque a veces iba a los saltos o bailando como un loco, dependiendo de sus ánimos, inestables y cambiantes. Su forma de relacionarse con los demás era brindando afecto sin mirar a quién, entregando alegría y juegos, a todo el que los quisiera recibir. Ojo que dije, generalmente, porque tenía sus días grises. Es decir, repentinos malhumores inexplicables en apariencia; que en verdad tenían una razón. Cuando esto sucedía, Casiniño desaparecía. Es que a veces se cansaba de dar y de dar y de esperar y esperar. Entonces era en ese momento, cuando algunos lo buscaban y extrañaban su alborozo y pedían su amistad, añoraban su sonrisa y sus ratos divertidos.
Durante sus enojos Casiniño se escondía, inventaba historias, dibujaba personajes ideales o imaginaba cuentos de héroes, que bajaban de sus corceles blancos para combatir la injusticia cotidiana y si no, dormía. A veces sus sueños eran tan verídicos que los confundía con lo real. Soñaba que era un niño sin miedo a nada, un niño feliz y despreocupado, ingenuo y travieso, libre, de verdad. Soñaba que su casa era un castillo real, con un bosque profundo, cargado de naturaleza, con sus ruidos y aromas, con flores que armaban arco iris y un cielo diáfano, ¡todo tan real! Soñaba que no había más allá. Y despertaba. Y pasada ya su angustia, volvía a creer y salía otra vez a buscar a esas personas que esperaban verlo llegar, a entregarles su esperanza y sus ratos de amistad. Un abrazo cariñoso y su hombro para llorar, un nostálgico poema y su baile sin igual. Es que era su misión, esa de procurar que todos pudieran comprender, que no se debe dejar partir, a la sublime etapa de la niñez; aquella en que todo lo podíamos y la imaginación se confundía con lo real, tiempos en que valía más compartir que acumular, en que trazar una rayuela era toda una experiencia especial y en que la tristeza dormía un sueño eterno en el placard. Épocas en que un paseo era casi un viaje espacial, tardes de primavera, ambición de poder gozar, recreos de tiempo completo y el abrigo familiar.
Un mal día, de esos grises, y agotado de intentar, Casiniño y su alma tierna, se fueron sin avisar; quizá se rompió el hechizo, o tal vez hacia tierras remotas, a otros seres fue a llevar, su sonrisa, maravillas y deseos de hacer verdad, que esas almas se hagan niñas y que puedan vislumbrar la vida con otros ojos y animarse a disfrutar.
Nunca más supe de él y nadie recuerda su andar, su entrega, su sonrisa clara, ni sus ansias de enseñar que la vida es un deleite, si como niños la logramos contemplar.
Hay un Casiniño en cada uno de nosotros, no lo dejemos escapar…
Nota: este cuento fue inspirado en una idea original de Brisa Rodríguez Paván, ella dijo: mamá porque no escribís sobre por qué la gente grande se olvida de cuando eran chicos; y a ella va dedicado...
Hoy propongo, que tengamos nuestro rato de niños, hacernos un momentito para jugar, reírnos a carcajadas y sin miedo al ridículo, evocando esas personitas que fuimos y que sería saludable no dejar atrás... ¿no les parece una excelente terapia? ¿te animás?
martes, 18 de agosto de 2009
Somos nombre
La onomástica en general, y más específicamente la antroponimia o estudio de los nombres propios de persona, y toponimia que se refiere a los nombres propios de lugar, es una rama de la lexicología que estudia los nombres propios con sus orígenes y significado, usando para ello métodos comunes a la lingüística, así como también investigaciones históricas y antropológicas.
Al igual que muchas culturas indígenas contemporáneas, los nombres propios también en su origen tienen un significado especial que se transmite a quien lo porta.
Propongo investigar sobre el significado de sus nombres, si no lo han hecho aún, puede resultar interesante...
lunes, 10 de agosto de 2009
Los Alunados
La luna, esa ventana hacia lo desconocido, nostalgia de los desvelados, protagonista de versos y canciones, apacible y callada, siempre ahí, sólo observa.
Creo que nosotros, los alunados, nos parecemos a la luna, o al menos, transitamos sus fases.
Algunas veces no estamos, o mejor dicho no nos ven; son esos momentos en que nos sentimos un puntito diminuto en este mundo del revés, que todo nos pasa por al lado o nos esquiva y sigue de largo. Y andamos novilunios buscando un poquito de admiración y afecto.
Otras, atravesamos períodos de avance y crecimiento; ésto sucede cuando nuestra existencia se desarrolla siguiendo un rumbo, cuando avanzamos con pasos seguros hacia una meta, perfectamente alineados con el universo.
Unas cuantas más retrocedemos; entramos en cuarto menguante, es decir, las cosas no funcionan como quisiéramos y caminamos algo desorientados y a tientas. Los temores nos invaden y la sensación de frustración no nos abandona.
Y al fin, algunas escasas y anheladas ocasiones estamos completos, satisfechos, maravillosamente plenos. Es nuestra luna llena, nos sentimos realizados y felices.
Son nuestros ciclos, nuestros cambios, momentos y altibajos. De eso se trata, y es quizá lo que nos cuesta comprender. Siempre apuntamos a estar como luna llena, y nuestra vida se transforma en una alocada carrera para lograrlo. Y en el sendero, nos perdimos lo fundamental, que fueron esos pequeños, esperados y preciosos instantes de felicidad. Pasaron, los vivimos, pero sin la certeza de que eran únicos y perfectos momentos de plenilunio. Después de ocurridos, tal vez, podemos imaginar que eran lo que buscábamos tan insesantemente.
También, como la luna, tenemos una cara oculta, ese costado intensamente íntimo y escondido, que nadie conoce porque nunca dejamos ver. Es nuestro lado oscuro que aún a nosotros mismos nos cuesta incorporar y aceptar.
Mutamos constantemente, venimos, damos, esperamos, retrocedemos, mejoramos, nos perdemos, rotamos y como la luna, volvemos a empezar.
Nosotros, los errantes alunados, sí que nos parecemos a la luna, pero llevamos dentro, algo que ella nunca tuvo ni tendrá, que es nuestra propia luz, y esa es su envidia.
lunes, 3 de agosto de 2009
Poemas por dolor
jueves, 30 de julio de 2009
LA LECTURA: NUESTRA LLAVE MÁGICA
Sí: la ciudad onírica estaba dentro de su ciudad real como el conocimiento está dentro de la información: agazapado, polvoriento, esperando la llave mágica.
Y ya es hora de revelar nuestro secreto: la llave mágica del conocimiento es la lectura...
lunes, 27 de julio de 2009
Mi lectura sobre las mentiras
Esta vez, no voy a terminar con la propuesta de "no mentir" porque tendría que agregarle el dicho "haz lo que yo digo pero no lo que a veces hago...." y no sonaría muy convincente. Sí me gustaría, rescatar la importancia de enseñar y transmitir el valor de la verdad, porque no tenemos que conformarnos y porque todos nos merecemos un mundo mejor.
viernes, 24 de julio de 2009
Enormes pequeñeces
"Para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia"
Octavio Paz
domingo, 19 de julio de 2009
MI LECTURA DE LA AMISTAD
Cuando empecé a meter adentro los pedacitos se me mezclaron todos y quedó un revuelto de amigos interesante. Encontré de todo un poco. Algunos son los de toda la vida, que te conocen tan bien que ya te resulta imposible ocultarles cualquier detalle. Éstos están ahí metiditos desde hace rato y vienen conmigo pasito a paso, más lejos o más cerca y siempre más cerca que lejos.
Otros me los encontré más avanzado el recorrido y compartí con ellos momentos inolvidables. Algunos poquitos siguen ahí, y otros se perdieron en alguna parada, no sé por qué extraño motivo; igual me dejaron mucho como para olvidarlos así como así. Encontré también unos cuántos un poco más actuales pero no por eso menos amigos. De esta categoría hay bien variaditos personajes, todos muy queridos e irremplazables, que me acompañan y están siempre presentes.
Amigos a la distancia que siento pegaditos en el corazón y que me dieron tanto y me tuvieron y tienen tanta paciencia que no puedo dejarlos afuera por nada.
Amigos, no sé si tantos, pero poquitos y seguros, contados y confiables y siempre pendientes y dispuestos a estar.
Con todos y de distintas maneras vivo cada día ratos de amistad, palabras que van y vienen, sentimiento que se profundiza y afianza a medida que el tiempo pasa y sólo importa lo verdadero.
Todos diferentes y parecidos, locos y divertidos, porque si no, no serían mis queridos amigos.
Entonces, y ya terminando mi tarea, encuentro que a este revuelto interesante que se me formó no lo podría cambiar por nada en el mundo.
A ellos les digo, que acá estoy, pensando en cada uno, y sepan que: ya están bien metiditos en mi caja sagrada.
Feliz día amigos!!!!!