viernes, 17 de julio de 2009

Mi lectura de: "Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus"

"Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus" de John Gray, no es un libro de autoayuda, sino, pretende ser una guía de recomendaciones y consejos para entender al sexo opuesto. Somos biológicamente similares, pero diferimos en patrones de comportamiento. ¿Somos de planetas distintos?
En líneas generales, a los marcianos (hombres) les cuesta mucho entender ciertas actitudes de las venusinas (mujeres) y viceversa; entonces si lo leés te vas a sorprender encajando en muchas situaciones que plantea el autor, sintiéndote identificado y riéndote en algunas de ellas porque coincide "casualmente" con algo que viviste o estás viviendo.
Los marcianos frente a un problema, se encierran en su cueva para tratar de resolverlo e invierten toda su energía en intentar buscarle solución al mismo. Las chicas de Venus ante la misma situación, sólo pretenden ser escuchadas y comprendidas, no quieren soluciones!, compartir el problema con alguien (amiga, pareja) es más que suficiente. Entonces si sos marciano, no pretendas brindar consejos ni tratar de resolver sus problemas, sólo relájate y oí con atención, aprendé a escuchar, y después de eso, ella se sentirá aliviada y comprendida. Si sos una venusina, déjalo en su cueva meditando o distrayéndose con algo (play station, tele, diario, etc) y no te sientas apartada ni excluída, él sólo necesita tiempo para salir de ese mal momento y no es hora de querer captar su atención en un 100%.

Cuando una mujer se siente perturbada, confundida, cansada o agotada, lo que más necesita es la cercanía, sentirse amada y comprendida. Al hombre le cuesta entender eso, porque ellos necesitan lo contrario, estar solos para hallar respuestas. Hombres y mujeres con necesidades diferentes y diversa manera de expresar sus sentimientos, sus palabras, de dar, y de tomar lo que el otro le brinda. Ahí está el eje del conflicto y quizá lo que hay que internalizar para lograr armonizar con el otro.

El amor es cíclico, y para tener éxito hay que comprender las distintas estaciones que lo componen. En primavera es fácil, pero en verano da mucho trabajo. En otoño se puede llegar a percibir pleno, pero en invierno se sentirá vacío. Algunas veces fluye con facilidad; otras requiere de mucho esfuerzo. Es imposible estar siempre de la misma manera y tenemos que aceptar los altibajos y permitirnos cometer algunos errores.

Las ideas que podemos tomar de esta lectura, no van a traer aparejados un conocimiento instantáneo o un cambio radical en la pareja, porque tenemos una cultura social y de nuestros padres, que están instaladas muy profundamente en nosotros. El proceso de aprender requiere no solamente de escuchar y aplicar, sino también olvidar y recordar nuevamente y ahí radica la cuestión. Entonces, cuando se atraviesa una situación complicada y uno piensa que no está recibiendo el amor que necesita, en lugar de echarle la culpa al otro o a nosotros mismos, podemos releer este libro o simplemente recordar que los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, es decir, somos diferentes y eso nos permitirá actuar de la mejor manera posible.
Y porque al parecer somos de distintos planetas es que muchas veces no encontramos la salida y el desencuentro parece ineludible; pero habrá que tener la guía a mano, refrescar algunos conceptos e intentar aprender a pedir lo que uno necesita; algo tan básico como eso y que casi siempre cuesta tanto concretar...
Y sólo me cabe agregar que hay que mantener siempre el sentido del humor a flor de piel, porque reírse mucho ayuda y mucho, es uno de los motores que impulsa y une a la pareja.
El autor afirma que quién lee este libro acaba siendo diferente porque nada se percibe de la misma manera después de la lectura... será cuestión de averigüarlo.


2 comentarios:

  1. Si bien no creo en los estereotipos, la visión que presenta el autor con respecto a las diferencias entre hombres y mujeres parece interesante.

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  2. LA DIFERENCIA DE GÉNEROS..., interesante tema para reflexionar, y algo polémico también.
    Ejercitar la aceptación del "otro" por parte de marcianos y venusinas nos haría compartir y transitar la vida con una actitud más sana y positiva.
    Y como dice la autora de este artículo,no olvidarse del humor,ya que es un valor agregado no solo para la pareja sino para la vida misma.

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